Mover este tipo de electrodomésticos es sumamente complejo. En este sentido, recordemos que la vitrocerámica se fija a las encimeras de su cocina con el uso de una silicona termoresistente, la cual puede llegar a ser sumamente complicada de retirar si no se cuenta con los instrumentos y experiencia adecuada. Además, sin los conocimientos técnicos la desinstalación, puede ocasionar más daños al aparato.
Por estas razones, además de su comodidad, nuestro personal altamente especializado en reparación de Vitrocerámicas en Gijón, se trasladará hasta su casa para la revisión y reparación de su electrodoméstico, en tiempo récord, todo para su mayor comodidad, por lo que no dude en contactarnos.
A la hora de equipar su cocina, muchos optan por las tradicionales estufas a gas o eléctricas, pero son grandes y complicadas de limpiar. Por ello, otros prefieren la elegancia y practicidad que ofrecen las vitrocerámicas, cada vez más resistentes, pero susceptibles de sufrir algún desperfecto.
Para que una avería no le impida preparar sus platillos favoritos, acuda a nuestros técnicos en Asturias quienes le ayudarán a resolver cualquier inconveniente.
Sin dudas la tecnología ha avanzado muchísimo, haciendo nuestras vidas mucho más sencillas, en el campo de los electrodomésticos esto no es diferente. De este modo, ahora contamos con las vitrocerámicas, que son la evolución de las anticuadas cocinas de gas o eléctricas. En este sentido, son un electrodoméstico cuya finalidad es la cocción de los alimentos, siendo mucho más compactas, prácticas y energéticamente más eficientes.
Se les denomina Vitrocerámicas, porque su diseño consiste en la existencia de un material similar al vidrio, resistente a las altas temperaturas, ubicado entre la fuente de calor y los recipientes a ser calentados.
Asimismo, es de destacar que existen diferentes tipos de vitrocerámicas, a gas, eléctricas o de inducción, pero son las eléctricas y las de inducción las más populares, especialmente, por los niveles de seguridad al evitar que el calor se expanda a la totalidad de la placa, limitándose a concentrar la energía en el foco seleccionado.
Es importante que conozcamos qué tipo de vitrocerámica tenemos en nuestra cocina, de esta manera al presentarse algún mal funcionamiento, podremos ser más precisos a la hora de contactar a un técnico.
Se conforma por una placa de vidrio bajo la cual se disponen unos quemadores, los cuales encienden cuando les llega gas (butano o natural) a través de una válvula que regula su paso. De esta manera, las celdillas ubicadas bajo el vidrio se calientan, transmitiendo ese calor a los recipientes y utensilios de cocina.
Como se puede imaginar, se trata del diseño más antiguo; no obstante, actualmente su uso es muy elevado en las cocinas profesionales.
Entre las ventajas de este tipo de vitrocerámica encontramos que son muy fáciles de utilizar, no requieren de recipientes especiales. A su vez, muchas cuentan con un sistema de seguridad que impide el paso del gas al no detectar la llama y la distribución de calor es bastante homogénea por todo el recipiente.
Su principal característica es que funcionan por resistencias situadas debajo de cerámica vitrificada. Las mismas se calientan gracias a la energía eléctrica que es controlada por medio de un termostato. Es importante destacar que el calor emitido por la resistencia varía en función de la corriente existente.
Entre las ventajas de contar con este tipo de vitrocerámicas, podemos encontrar que alcanza temperaturas elevadas, al tiempo que no requiere de ollas o sartenes especiales.
Se trata de la tecnología más avanzada, pues funcionan con bovinas que generan un campo electromagnético. A su vez, para que este campo genere calor, debe entrar en contacto con un recipiente especial fabricado en material ferromagnético, que en realidad no son mucho más costosas que las tradicionales.
La ventaja es que se calienta solo la base del recipiente, evitando una pérdida de calor y riesgos de quemaduras.
Ahora que ya sabemos qué son y los diferentes tipos de vitrocerámicas existentes, es hora de conocer las averías más frecuentes que nuestros clientes en Asturias nos han reportado.
Si comienza a notar que no calienta o de plano no se enciende, puede deberse a un problema con los controles o mandos. Sin embargo, deben hacerse revisiones en todo el sistema eléctrico, descartando fallos en el enchufe o el circuito.
En estos casos, es probable que se deba hacer la sustitución de alguna pieza. Nuestros técnicos se encuentran capacitados para dicho cambio, garantizando piezas originales y su correcta instalación.
Recordemos que las vitrocerámicas de inducción suponen un sistema de detección de masa, que permite la generación de calor. Estos sensores se pueden dañar. Por lo cual, se recomienda evitar seguir usando el aparato hasta tanto no se realice el diagnóstico y reemplazo de piezas, de ser el caso.
Este daño puede tener diversas causas, por ejemplo, los termostatos, los controles, problemas en el circuito eléctrico, etc. De manera que deberá llamar al técnico en cuanto detecte este inconveniente.
Si percibe algún ruido extraño puede haber una mala conexión o algún cable causando un chispazo. En este caso deberá dejar de usar su vitrocerámica y contactar al técnico, ya que este daño podría causar problemas más graves.
Escriba, por favor su pregunta, su dirección electrónica y su teléfono; nosotros le responderemos a la mayor brevedad posible.
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